La necesidad de contar con herramientas de comunicación seguras cuando se realiza la investigación de temas sensibles (crimen organizado, corrupción, etc.), ha llevado al gremio periodístico a la búsqueda continua de nuevas opciones.
Una de ellas es Kik, una plataforma creada por universitarios canadienses en 2010 y que ofrece el servicio de mensajería instantánea con la app para sistemas operativos iOS y Android y que actualmente cuenta con más de 200 millones de usuarios. A diferencia de otros servicios (WhatsApp, Snapchat, etc.), la cuenta del usuario no es vinculada a un número de teléfono sino solamente a una dirección de correo electrónico (y tampoco es autentificada con el perfil en Facebook).
El envío de mensajes puede ser individual entre usuarios, también se pueden crear y establecer conversaciones grupales.
Por otra parte, el username es el identificador único en el sistema de Kik, lo que implica que no están comprometidos otros datos personales (el ya mencionado número telefónico, nombre real, etc.), con el resultado de que la actividad del usuario en dicha red sea anónima.
Otra característica de este servicio es que los mensajes de texto o chats están archivados en el dispositivo del usuario (donde permanecen ocultos), y el proveedor del servicio no tiene acceso a esa información, en tanto que otros materiales compartidos (fotografía y video) son eliminados del sistema Kik a los 30 días.
Un chatbot es un robot de conversación, simula un diálogo con un humano, al que da respuestas basadas en una lista de opciones preestablecidas. The Weather Channel, Wall Street Journal, y CNN, son algunos de los medios que operan chatbots a través de Kik y que buscan contar sus historias en nuevos formatos.
Chatbot de CNN en Kik
Este servicio de de mensajería fue concebido originalmente con el público joven en mente, y es por ello que ofrece una variedad de opciones adicionales al envío de textos e imágenes: escuchar música, participar en juegos, ver videos de YouTube y crear memes, todo sin salir de la aplicación (mediante bots). Una desventaja respecto a otros servicios similares, es que no se pueden hacer llamadas de voz entre usuarios a través de Internet.
El auge que está aplicación está cobrando en usuarios jóvenes (las políticas de servicio señalan 13 años como edad mínima), ha encendido las alarmas en países como Estados Unidos debido a que el anonimato -principal característica de Kik- ha atraído la atención de agresores sexuales y otros criminales que operan en el ciberespacio.
El corporativo que maneja esta aplicación (Kik Interactive), ha respondido a la polémica con la emisión de un manual sobre seguridad para usuarios y autoridades del ámbito judicial.
Observación final
Se trata de una app interesante para la caja de herramientas del periodista (sobre todo el de investigación), quien requiere de comunicaciones seguras en el desarrollo de su labor sin recurrir a soluciones con encriptación, que si bien proporcionan un nivel extra de protección suelen más complicadas en su manejo.