Lo primordial para contar historias sobre diversidad y minorías es hacerlo con total deseo de aprender y desaprender, dejar de lado las intenciones de obtener una nota rápida y asumir el reto de conocer verdaderamente las historias que conforman a cada grupo.
La anterior fue una de las lecciones que ofreció Diana Manzo, periodista zapoteca y colaboradora del Istmo Press, durante su participación en el segundo panel del II Seminario Internacional de Periodismo de Investigación organizado por la Maestría en Periodismo Digital de UDGVirtual con el apoyo del Centro de Formación en Periodismo Digital.
El panel llevó por título La cobertura sobre diversidad en el periodismo mexicano y se realizó el pasado 6 de octubre de 2022. Además de Diana Manzo, contó con la participación de Aldo Castillo, director de Escenario Tlaxcala y David Adrián García, director editorial de Altavoz LGBT, así como con la moderación de Mariana Alvarado, periodista y profesora del posgrado.
Diana Manzo enfatizó que las comunidades no son mercancía y por ende, no hay que tratar a las personas de esa manera, es decir, no hay que pagarles por contar su vida. Los acercamientos siempre deben ser con humildad, solicitando permiso para fotos y evitando conductas de racismo o discriminación. Además, todo producto periodístico realizado debe ser mostrado a las comunidades, porque en la mayoría de casos nunca se les enseñan los resultados.
Agregó que los periodistas deben aprovechar las plataformas de transparencia para verificar casos de desigualdad como, por ejemplo, acceso a servicios básicos.
No obstante, para lograr publicar estos contenidos sobre diversidad y minorías, dijo, se requiere de aliados en los editores o los mismos medios. Es decir, que estén dispuestos a contar las historias de otros grupos poblacionales.
Por su parte, Aldo Castillo, quien forma parte de un equipo de once personas en Escenario Tlaxcala, destacó que relatar notas sobre diversidad no tiene como objetivo polarizar la opinión pública, algo que ya sucede constantemente en redes sociales. Por el contrario, se debe alimentar el debate con argumentos y posturas basadas en el respeto.
La complejidad radica en que a veces es difícil garantizar la sustentabilidad del medio, pero aún así, Castillo aseveró que existen formas de diversificar ingresos para seguir contando historias de grupos vulnerables.
Castillo tiene la convicción de que su contenido no debe llegar únicamente a las audiencias que ya lo siguen, más bien debe apostar a acercarse a un público tradicional, que normalmente no está en contacto con posturas y formas de vida diversas.
“Cuando pensamos en el algoritmo y le hablamos solo a una comunidad estamos como yéndonos a una atmósfera, a un ecosistema en donde solamente le vamos a hablar a gente de esas comunidades de diversidad, pero entonces, ¿dónde está la posibilidad de diálogo, discusión y debate? ¿De confrontar ideas con esta audiencia tradicional?, que por su puesto va a estar muy cómoda en sus canales tradicionales. Entonces creo que es importante que los medios que cubrimos la diversidad llevemos lo que producimos a estas audiencias”.
David García cerró el panel con una presentación sobre su experiencia en Altavoz LGBT, resaltando que hace falta hablar de diversidad en todos los aspectos, pues todos somos parte de alguna minoría. En cuanto a la conformación editorial en temas de inclusión, el ponente sugirió que es adecuado salirse de lo normal y aprovechar la creatividad para abordar temas del momento desde un ángulo que incluya a los grupos vulnerables, pues estas historias siempre encajan en tópicos generales.
En términos narrativos, García compartió que cuando se escriben historias de otras personas, el respeto y empatía deben ser básicos, pensando siempre en que hablaremos como nos gustaría que nos hablaran a nosotros en una situación desafortunada. Además, así como Diana Manzo lo dijo, la intención de ir a buscar estas historias debe ser escuchar.
“Existen temas LGBT+ que involucran a víctimas de violencias directas o indirectas, debemos de tratar sus historias con cuidado y con respeto, como nos gustaría que trataran nuestras historias más personales”.
Sobre este planteamiento, Diana Manzo dijo que si contamos relatos sobre violaciones a derechos humanos, es obligatorio tener un asesoramiento e indagar sin prejuicios. Además, la periodista zapoteca insistió en que no se trata de buscar héroes o heroínas, sino de informar.
Por otra parte, sobre la necesidad de marcar una línea entre el periodismo y el activismo, Aldo Castillo respondió que la función del comunicador es ser defensor del derecho a la información y de los derechos humanos, por lo que el rigor periodístico no está peleado con el hecho de acercarse a las comunidades marginadas.
Para cerrar el panel, Castillo recomendó no acudir a las comunidades con prejuicios ni tratar de ajustar el contenido, pues primero se debe conocer, escuchar, respetar acuerdos y capacitarse, además de estar dispuestos a disculparse sinceramente si se comete un error.
Por Arturo Castillo / LinkedIn / Twitter
Foto de Julio Ríos