Con el objetivo de compartir buenas prácticas de autocuidado y autoprotección a periodistas con vulnerabilidades en materia de seguridad o que sufren de agotamiento y estrés, se llevó a cabo el último panel del II Seminario Internacional de Periodismo de Investigación el pasado 7 de noviembre de 2022, organizado por la Maestría en Periodismo Digital de UDGVirtual en colaboración con el Centro de Formación en Periodismo Digital.
Con el nombre de “Periodismo en tiempos de adversidad”, en el panel participaron Andrés Solis, periodista e instructor en periodismo seguro, y Aldara Martitegui, cofundadora de The Self Investigation. La mesa fue moderada por Wendy Aceves, la coordinadora de la maestría.
Aceves comenzó la charla mencionando la necesidad de tomar en cuenta la salud emocional de los periodistas en la profesión, algo que normalmente se deja de lado al creer que las jornadas de trabajo duran 24 horas los siete días de la semana.
“Es imperativo abordar este tema en círculos académicos porque el periodismo no solo conlleva peligros físicos, sino también mentales. Tener periodistas sanos es igual a periodismo de calidad”, apuntó.
Sobre este tema, Andrés Solis mencionó que es un hecho que México es un país donde el periodista se expone frecuentemente para proteger los derechos de terceros, pero no se detiene a pensar en sí mismo, a tal grado que normalmente no conoce los mecanismos de protección para su profesión. Ciertamente hay ocasiones en las que se detienen las investigaciones porque ya hay un peligro, pero esto se da por mera reacción de supervivencia, no porque los medios tengan protocolos de seguridad, cuya principal función es reducir al mínimo las probabilidades de cualquier daño a la integridad física y mental del periodista.
Señaló que “normalmente valoramos más la fotografía para cumplir con la nota en lugar de nuestra integridad, cuando una máxima del periodismo debe de ser: ninguna nota vale la vida”.
“El riesgo es cualquier cosa que nos pueda dañar en todo sentido, se puede convertir en un peligro y luego en una amenaza. Sin embargo, más allá de grupos armados que puedan atentar contra los periodistas, hay que asumir responsabilidad desde el hecho de a quién le compartimos nuestro número celular”, agregó.
“La mejor manera de contrarrestar los riesgos es partir de buscar una buena salud, la cual implica una buena alimentación y descanso, no solo tomar café y pestañear, ya que esas malas prácticas culminan con periodistas compartiendo información no verificada por descuidos, lo que a su vez se convierte en un riesgo. Junto a lo anterior, es necesario contar con capacidades como manejar todo tipo de vehículos, uso de GPS satelital y primeros auxilio”, puntualizó Solis.
El periodista e instructor en periodismo seguro compartió 14 vulnerabilidades generales de periodistas:
- Definición estatal de la actividad del periodismo como de interés público
- Reconocimiento legal e institucional de la profesión de periodista
- Protección pública ante agresiones de terceros
- Procuración de justicia ante agresiones o asesinatos
- Acceso a la información de interés público ya generada
- Acceso a todo lugar donde exista información de interés periodístico
- Mantener el secreto profesional de la fuentes
- Garantías para escribir y divulgar con libertad de conciencia
- Trato profesional en salarios y prestaciones
- Protección de las empresas en misiones o tareas de alto riesgo profesional
- Propiedad como autor de obra escrita, gráfica o de tipo electrónico
- Replicar ante el manejo inadecuado de la información que se entregue
- Respaldo estatal y/o empresarial para la formación profesional continua
- Marco legal para colegiación profesional y suscripción de códigos de ética voluntarios
“Uno de los grandes problemas que conlleva el periodista es que por el simple hecho de practicar esta labor, ya hay una serie de vulnerabilidades que van desde el desconocimiento del periodismo como actividad de interés público por parte del gobierno, no hay protección del estado, se amenaza para revelar fuentes, el país carece de fondos de capacitación, entre otras tantas que ponen a criminales, empresarios, organizaciones, autoridades e incluso a otros comunicadores como enemigos de la prensa”, concluyó Solis.
Por su parte, Martitegui inició su intervención compartiendo su experiencia, pues hace un tiempo consiguió posicionarse en el trabajo que tanto soñó durante toda su vida, pero al toparse con los intereses que priorizan lo económico en su medio, perdió la ilusión de laborar ahí y, junto al estrés al que se exponía diariamente, terminó por desconectarse emocionalmente para continuar con sus labores. Ante este panorama, comenzó a formarse en otros tipos de disciplinas como la salud mental y psicología. Así fue como nació The Self Investigation Academy, fundación que brinda una variedad de servicios destinados a mejorar el bienestar de los profesionales de los medios.
Martitegui reiteró que es necesario estar bien de salud emocional para lograr un buen periodismo, lo cual incluye a reporteros por todo lo que observan diariamente, pero también a redactores que desarrollan las historias y están encerrados todo el tiempo.
Apuntó que “aprender habilidades emocionales para gestionar una profesión como el periodismo, no solo tiene un efecto a nivel personal en nuestra salud mental y bienestar emocional, sino que además va a repercutir en la calidad del periodismo que hacemos y en la mentalidad colectiva que contribuimos a crear”.
. @aldaramr, cofundadora de The Self Investigation, comparte cómo detectar carga de estrés en colegas #periodista para poder ayudarles.
+Info. del curso sobre manejo del estrés https://t.co/vJc1yG2u2l pic.twitter.com/nQuy19hoL0
— Centro de Formación en Periodismo Digital (@CFPD_UDGVirtual) October 7, 2022
La cofundadora de The Self Investigation enlistó una serie de dificultades que causan estrés en esta área particular de la comunicación:
- Desorden de horarios
- Exceso de trabajo
- Sueldos bajos
- Conectividad permanente
- Lucha contra la desinformación
- Críticas al trabajo
- Exposición a hechos negativos
Lo anterior desemboca en que no sabemos cómo automotivarnos, poner límites, detectar creencias tóxicas en el periodismo o simplemente hablar de nuestra salud mental.
Aldara señaló que es imposible eliminar totalmente el estrés, así que su intención fue brindar herramientas para gestionar el estrés, aceptarlo y relacionarnos de manera saludable con él al fomentar hábitos de autocuidado para romper inercias de daño.
“Para lograr gestionar el estrés, se recomienda hacer pausas durante la jornada laboral, tener momentos para detenerse y reflexionar sobre cómo estamos, quitar la mirada de la pantalla, movernos en caso de estar sentados mucho tiempo. Es primordial tener identificadas las actividades que nos distraen y permiten salir de lo que estamos experimentado, pues con ellas se puede filtrar la tensión”, mencionó Martitegui.
Para finalizar su intervención realizó un ejercicio de prueba para ejemplificar cómo con cerrar los ojos y reconocer lo que siente cada parte del cuerpo, se puede frenar la sensación de ansiedad y estrés.
Como cierre, los exponentes compartieron que todos los directores y editores deben entender que un periodista cansado no es productivo e invitaron a poner en una balanza si el trabajo vale más que la salud.
Por Arturo Castillo / LinkedIn / Twitter
Foto de Julio Ríos