Al no poder establecer la agenda en la opinión pública, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), estigmatiza a los periodistas en sus conferencias de prensa conocidas como “mañaneras” por medio de una maniobra similar a lo que en el fútbol se denomina coloquialmente “embarrar la cancha”.
“Significa introducir a propósito un elemento conflictivo en algún tema o discusión con la finalidad de complicar su avance. Estamos perdiendo el encuentro, no tenemos manera de ganarlo, pero puedo embarrar la cancha”, explicó el profesor investigador de la Universidad de La Salle Bajío, Dr. Víctor Hugo Reyna, en su charla dentro del Seminario del Observatorio sobre la Libertad de Expresión y Violencia contra Periodistas el pasado 4 de noviembre de 2022.
La ponencia llevó por título “Del establecimiento de agenda a la estigmatización de periodistas: la transformación estructural de las conferencias de prensa de López Obrador” y fue organizada por el Departamento de Sociología, el Centro de Formación en Periodismo Digital (CFPD) de UDGVirtual y la Licenciatura en Comunicación Pública de la Universidad de Guadalajara.
Araceli Fabián fue la encargada de moderar el diálogo entre el investigador y los expertos invitados: Ernesto Aroche, periodista especializado en transparencia y codirector de Lado B, así como Lydiette Carrión, periodista independiente y colaboradora de Pie de Página.
Reyna comentó que antes, los medios solían trabajar con declaraciones de mandatarios, dejando de lado el análisis. Actualmente, la tendencia es investigar por medio de instrumentos de transparencia y acceso a la información, lo que se traduce como la contraposición de las mañaneras de AMLO, por lo que las declaraciones del presidente no son tomadas como verdad absoluta, sometiendo sus aseveraciones a una verificación que no siempre le resulta a favor.
Ante la ola de medios que cuestionan al presidente, éste decide iniciar, el 23 de junio del 2021, la sección “Quién es quién en las mentiras”, donde comienza la transformación estructural de sus conferencias dejando de lado la información para centrarse en la estigmatización de los medios y periodistas que califica como “fifís”, es decir, prensa que considera vendida, partidaria y clasista.
Cuando se anunció esta nueva sección, la intención era combatir la desinformación, pero en lugar de abordar temas como la salud durante la pandemia, se buscó negar lo que se hablaba del presidente desde una perspectiva negativa.
Para el investigador hubo un claro ejemplo de estigmatización cuando salió a la luz el reportaje de la casa gris del hijo de López Obrador, a lo que el mandatario arremetió contra Carlos Loret de Mola, de quien incluso compartió información privada como dirección y sueldo, Carmen Aristegui y Raúl Olmos, siendo éste último el autor de la pieza periodística, pero que a diferencia de los otros nombres, no tiene un equipo que maneje sus redes sociales, por lo que los señalamientos y ataques contra su persona en redes sociales motivados por AMLO fueron recibidos solamente por él.
El Dr. Reyna definió la estigmatización del periodismo como un “mecanismo de comunicación gubernamental populista que estratifica a las organizaciones periodísticas y a sus trabajadores con la intención de regular su participación en la esfera pública”. Explicó que el proceso se ha dado de la siguiente manera:
- Etiquetamiento como prensa fifi y opositora.
- Estereotipar asociando atributos negativos sin importar el buen desempeño del periodista.
- Separar a medios o periodistas de conferencias o temas de interés.
- Discriminación que va desde acoso verbal hasta agresiones y asesinatos.
Agregó que “esta estigmatización no necesariamente corresponde con el desempeño periodístico, sino con etiquetas creadas en situaciones sociales. Más aún, no es sólo un mecanismo de control social, sino de intimidación pública”.
Aunque el panorama luce complejo, propuso dos soluciones que podrían detener la estigmatización. La primera es ignorar, dejar de cubrir la conferencia mañanera informando a las audiencias de la decisión. En segundo lugar, puso sobre la mesa organizar otras conferencias paralelas a la del presidente con otros funcionarios públicos, de esta manera, los funcionarios públicos harán de invitados y no de anfitriones
Después de la presentación del investigador, tocó turno a la periodista Lydiette Carrión, quien habló sobre el papel de AMLO quien, a pesar de ya estar en el poder, se sigue comportando como oposición.
También recordó que “el periodismo tiene muchas cosas que cuestionarse a sí mismo, hay que recordar que viene de una historia donde ha estado ligado al poder de una manera muy poco saludable durante muchos años”.
Por otra parte, Ernesto Aroche habló sobre la responsabilidad del periodismo, pues precisamente AMLO etiqueta a los comunicadores aprovechando la comodidad de la que gozaron en la época de dominio priista. Por si fuera poco, los mandatarios de nivel estatal han tomado un comportamiento similar al del presidente.
“Los gobiernos gustan de compartir lo que hacen, a la sociedad le gusta recibir información sobre lo que pasa en el entorno gubernamental y hay un dinero que se destina para eso. El problema es el uso de control mediático sobre esto, para imponer un discurso político sobre eso. Esto pareciera formar un mundo donde no pasa nada y estamos muy bien”, agregó Aroche.