NYTimes: En España, activistas han sido sentenciados por sus publicaciones en redes sociales porque se consideraba que violaban una ley antiterrorismo general. Las cuentas de Twitter de unos ciudadanos alemanes fueron bloqueadas debido a reglas promulgadas en 2018 sobre el discurso de odio. Además, un tribunal neerlandés determinó que Google debe eliminar los resultados de búsqueda sobre una cirujana castigada por negligencia, con tal de cumplir una ley de privacidad.
En los últimos cinco años, Europa —proclamado como el lugar que más vigila a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley— ha tomado acciones contra el contenido violento, el discurso de odio y la desinformación en internet a través de una serie de leyes y regulaciones nuevas. Ahora hay dudas acerca de si las autoridades de la región están yendo demasiado lejos, pues hay denuncias de que las reglas sirven para la censura y de que ayudan a algunos gobiernos a asfixiar a la disidencia.
Las consecuencias no deseadas quizá se agraven a medida que los gobiernos europeos propongan más leyes y políticas para restringir qué tipo de comunicaciones pueden compartirse en línea. En abril, el Reino Unido propuso designar un regulador de internet que tendría la autoridad para bloquear sitios web que considere nocivos. La Unión Europea está debatiendo de manera independiente una ley que exigiría a las empresas tecnológicas eliminar rápidamente contenido relacionado con el terrorismo en internet.