El Proyecto de América del Norte (en inglés North American Project) surge como un proyecto de periodismo digital para desahogar las historias de la comunidad estadounidense que rodea la experiencia binacional y combatir las narrativas estereotipadas y la xenofobia que aparecen en los medios de comunicación de Estados Unidos.
“La plataforma digital surgió hace 4 años en conversación con un colectivo de personas, que son entre ellos: matemáticos, estrategas digitales, diseñadores, periodistas, editores, consultores políticos”, señaló Rodrigo Aguilar, uno de los fundadores y colaboradores del proyecto, en una entrevista con parte del equipo de North American Project.
“La devastación del tiroteo en El Paso en agosto de 2019, cuando un hombre armado entró en un Walmart y disparó fatalmente a 23 personas, nos mostró cuán peligrosa puede ser la retórica política divisiva para nuestras comunidades. Lo que sucedió en El Paso convirtió al Proyecto de América del Norte no solo en una idea sino en una misión urgente de compartir estas historias sobre la experiencia binacional México – Estados unidos no contadas con nuestros lectores”, agregó.
Historias chicanas, temas sobre finanzas, salud, estrategias de redes sociales, trabajo agrícola, reflexiones sobre América y México, entre otras, son las primeras narrativas disponibles en el sitio web North American Project. El equipo que es parte de este proyecto, está compuesto por personas con renombre nacional e internacional en las áreas de periodismo, comunicación y diseño de estrategias digitales; lo cual hace de este proyecto, un referente informativo de suma relevancia e impacto.
“Los contenidos no necesariamente son políticos ni son sobre el tema de la frontera o el muro, las historias que estamos contando son historias de la sociedad y están contadas totalmente en inglés, ya que mucha gente binacional habla este idioma y muy poca sabe español”, menciona Aguilar.
Juan Massey, uno de los fundadores del proyecto, comentó que el proyecto “busca influir en la opinión pública y hasta cierto punto en las diferentes visiones políticas de Estados Unidos para contrarrestar las narrativas antiinmigrante, antimexicana y de supremacía blanca que desafortunadamente empezó a llegar en el mainstream de los medios de este país”. Agregó “vamos a contar la historia desde desde el punto de vista de la comunidad, vamos a promover nuestra cultura como parte de la cultura americana, como parte de la cultura estadounidense, y vamos a remontar este mensaje de que siempre hemos estado aquí, siempre vamos a seguir aquí y lo que tú estás diciendo que somos no somos”.
El proyecto digital, desarrollado bajo la plataforma Squarespace, está pensado para consumirse principalmente en el dispositivo móvil (Mobile First), ya que “es la plataforma que usa la mayoría de la gente y es desde estos dispositivos donde se registra la mayoría de las visitas y lecturas de nuestras historias”, indicó Hugo Maguey, estratega de redes sociales y colaborador del proyecto.
“Facebook, Instagram, Twitter, Medium y Youtube son los principales medios sociales que hemos abierto para compartir las historias y conversar con la audiencias. Además, estamos pensando en la producción de podcast, vídeos cortos y hasta por ahí discutimos sobre si de pronto abrimos un espacio TikTok”, señaló.
Detrás del diseño de la marca, se encuentra Oliver Arellano, quien también es colaborador del proyecto y ha participado en estrategias de comunicación en campañas políticas en Colombia y otros lugares. Arellano, comparte la importancia que tuvo seleccionar el color verde para el logotipo fuera de los tradicionales de Estados Unidos (Azul y Rojo) “no queríamos encasillar la marca en un tema nacionalista, queríamos más bien un color que fuera enérgico, abierto y no necesariamente un reflejo de un proyecto norteamericano”.
“La lógica del monograma es muy sencilla, pues simplemente es la fluidez de flechas yendo de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba es un concepto bastante sencillo, sólido y reproducible en Internet”, agregó.
Dentro de los propuestas para financiar y lograr la sustentabilidad del proyecto se encuentra las aportaciones de los colaboradores, la venta de espacios publicitarios, la conversión de los contenidos a guiones e historias para contar en cine, en libros, y el podcast.
Habrá que seguir muy de cerca los contenidos de este proyecto y su impacto en la estructura de la conversación y la narrativa de los norteamericanos y las personas binacionales. Sin duda, es un espacio que permitirá generar nuevas geografías y narrativas en el imaginario norteamericano. Vale la pena seguirles y analizar su apuesta por construir una nueva ingeniería e imaginario social en donde la xenofobia se combata desde la realidad cotidiana de la historias y vivencias de las personas binacionales.
Entrevista y Texto: Érika Loyo y Fidel Romero